Es el valor, idiota

ProductoSuelo decir que muchas de mis publicaciones en este blog se basan en vivencias propias. Este es un blog profesional en el que vierto muchas de mis experiencias personales porque creo que esa visión propia de las cosas es lo que hace que tenga algo de valor. En este caso, el idiota que pongo en el título se refiere a mi. Me explico.

Si hay algo que he hecho este verano ha sido reflexionar sobre mi trabajo y replantearme algunas cuestiones importantes. Una de ellas es la que se refiere a mi misión o lo que es lo mismo, ¿A qué me dedico realmente? El caso es que he tenido que volver al origen de todo esto para darme cuenta de lo fácil que es perder el enfoque.

Después de diez años, miles de posts y cuatro libros, cualquiera podría decir que me dedico a la Marca Personal. Pero eso es lo mismo que no decir nada, especialmente en este momento en el que cualquiera dice que es experto en Branding Personal. He tenido que volver al año 2004 para entender como me metí en este lío.

Este proyecto surge por una razón principal. Cuando me despiden de mi último empleo por cuenta ajena decidí dedicarme a trabajar para que a los profesionales no se nos considere como material fungible, como piezas sustituibles o como elementos sin valor.

Tras unos cuantos años trabajando en el desarrollo de marcas, la respuesta era sencilla y evidente. Una de las herramientas que tienen las empresas y organizaciones para que sus productos sean más valorados y tenidos en cuenta que otros es el desarrollo de una marca potente. Por lo tanto, los profesionales podríamos utilizar esa herramienta o instrumento del «enemigo» para posicionar nuestro trabajo como un producto con Marca Personal. Nunca olvides que el producto es nuestro trabajo. Las personas NO SOMOS PRODUCTOS.

El problema es que, muchos, al ver un dedo que señala a la luna, nos quedamos mirando el dedo. Al hablar tanto de Marca Personal nos olvidamos que el propósito de todo esto es aumentar nuestro valor, nuestra influencia, nuestro poder como personas, como profesionales, como ciudadanos, como votantes, como…

La razón de todo mi trabajo en estos años es utilizar los instrumentos disponibles para que quienes tienen poder sobre nosotros se lo piensen antes de considerarnos como un dato en una estadística, un número de empleado o un consumidor dócil. Cuando alguien desarrolla y deja eso que denomino Marca Personal lo que está haciendo es transmitiendo que es relevante, útil, valioso, que lo que dice debe ser tenido en cuenta y que aunque no hay nadie imprescindible, el coste de sustituir, engañar o manipular a esta persona puede ser muy elevado.

Ya sé que suena un poco a aquello de «usted no sabe con quién está hablando», pero dejar claro nuestro valor quizás es nuestro último instrumento defensivo. Si como individuos fuésemos capaces de defender nuestro terreno quizás no necesitaríamos que algunos iluminados viniesen a «salvarnos». Pero esa es otra historia.

Por lo tanto, mi negocio es el de Aumentar el VALOR de los profesionales, VALORIZAR a los profesionales en particular y el de las personas en general. El Branding Personal es un instrumento genial para conseguirlo, pero la Marca Personal sólo es una metáfora, no una meta.


«Es que no me valoran», «Tengo que aprender a venderme (ojo, lo que debes hacer es demostrar el valor de tu trabajo, nunca «venderte»)», «Siempre ascienden a quienes se lo merecen menos que a mi», «¿Por qué eligen siempre a otros en lugar de a mi que soy mucho más valioso».

Todos hemos oído y quizás expresado frases de ese tipo. En el fondo, lo que transmiten es que otros no se dan cuenta de lo que vales. Pero aquí hay dos variables a tener en cuenta. La primera y fundamental es que realmente debes valer lo que dices porque quizás tienes lo que te mereces. La segunda es que aunque seas tan valioso como dices, los demás no lo sabrán si no lo comunicas adecuadamente.

Por lo tanto, el trabajo de un «valorizador» consiste en descubrir y desarrollar ese valor y después, sólo después, hacerlo visible y utilizarlo. Como resultado de todo eso, conseguirás dejar una huella, una Marca Personal, pero este sólo es el resultado, la consecuencia de ofrecer algo valioso y conseguir que otros lo perciban.

Por cierto, quienes piensen que alguien es más valioso porque es más visible, conocido o popular, se equivocan radicalmente (salvo que tu profesión sea la de ser visible, pero eso es algo que sólo pueden permitirse Kim Kardashian o Paris Hilton y pocos más). El valor se mide por los resultados. Si no eres capaz de generar beneficios, resultados o valor para otros, todas las horas que eches en dospuntocerolandia serán irrelevantes.

Para aumentar tu valor, debes invertir, debes asumir que todo tiene un coste, que nada es gratis. Hace falta aprender, estudiar, practicar, invertir tiempo, relacionarse,… Eso implica gestionar tus recursos limitados. Por lo tanto, deberás hacer lo mismo que cualquiera que quiera obtener un rendimiento de su inversión: elegir la opción más adecuada.

Digo esto porque cuando soy crítico con el mundo de Internet siempre hay alguien que me dice que las Redes Sociales le han permitido conseguir algo. No lo niego. Lo que creo que es fundamental es tener claro el coste de oportunidad o dicho de otro modo ¿Podrías haber utilizado ese tiempo para realizar otras acciones que aumenten más tu valor?

Lo dejo aquí, pero lo que tengo claro es que mi trabajo es aumentar tu valor y que te lo reconozcan como mereces. Cuando eso ocurre aumentan tus opciones, tienes más posibilidades para elegir y por lo tanto aumentan tus grados de libertad. Y si eso no fuese suficiente, cuando te das cuenta de que crece tu valor (Grado de utilidad o aptitud de las cosas, para satisfacer las necesidades o proporcionar bienestar o deleite. RAE), crece tu valor (Cualidad del ánimo, que mueve a acometer resueltamente grandes empresas y a arrostrar los peligros. RAE).

¿Qué vas a hacer hoy para aumentar tu valor?





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