¿Quieres conocer la clave del éxito? Pues búscala tu

Estrategia

Clave: Signo o combinación de signos para hacer funcionar ciertos aparatos. RAE

Durante los años en que trabajé creando productos de marca blanca visité y analicé muchas empresas que fabricaban productos similares y eso me permitía establecer comparaciones. Por ejemplo, en el sector lácteo, la mayor parte de las empresas utilizaban los mismos equipos y envases porque tenían un proveedor común que era Tetra Pak. Así que, en uno de los principales factores de coste no había diferencia entre ellos. Sin embargo, algunas compañías iban bastante bien mientras que otras perdían muchísimo dinero.

En el mundo de los profesionales ocurre algo muy parecido. Muchos profesionales tienen una formación similar (el mismo proveedor), viven en un entorno parecido y disponen de los recursos básicos necesarios (infraestructura) y, sin embargo, unos se quedan estancados y otros consiguen, no sólo salir adelante sino tener bastante éxito. Esto es aplicable a emprendedores, autónomos, desempleados o empleados.

En realidad, la diferencia entre ambos ejemplos, el de las empresas y el de los profesionales, no tiene una respuesta única, no hay un secreto o una única solución sino que más bien se trata de encontrar la mezcla adecuada de factores que nos permitan abrir la puerta del éxito.

Como ocurre con las cajas fuertes de las películas, los acertijos de Tomb Raider o el cubo de Rubik, para tener éxito debes combinar las piezas o palancas como corresponde. Y eso implica en primer lugar saber lo que buscas, en segundo lugar tener claras las variables importantes y por último ordenarlas de la mejor forma posible. Afortunadamente la vida no es como una caja fuerte, un videojuego o el cubo de Rubik y casi siempre suele haber varias soluciones (unas mejores y otras peores).

Por esa razón hay que salir huyendo cada vez que aparece alguien que dice que tiene la clave, el secreto, la fórmula o la receta para ganar miles de euros, para perder peso o para conseguir miles de seguidores en Twitter en una semana.

Como científico, una de las cosas que tengo claras es que aunque toda causa tiene un efecto, en asuntos relacionados con personas, las causas son tan variadas y tan impredecibles que es imposible adivinar, y mucho menos asegurar, una consecuencia. Por lo tanto, sólo podremos encontrar la mejor combinación de acciones para aumentar las probabilidades de que algo ocurra.


Cuando alguien te dice que puede conseguirte un empleo en X semanas, o hacerte ganar XXXXXX Euros en unos días o cualquier otra cosa que depende de muchas variables te está tomando por idiota porque desconoce quién eres, qué circunstancias te rodean o de qué recursos dispones.

Si te fijas, la mayoría de los autores de autoayuda, de libros sobre vivir sin dar un palo al agua o de cualquier otro tipo de milagro no tienen más referencia que la suya propia (y a veces ni eso). Una gran parte de esos autores, conferenciantes o gurús extrapolan unas circunstancias personales únicas y pretenden convertirlas en la enésima Fórmula de Éxito.

Sin embargo, lo preocupante es que cada día proliferan más quienes venden soluciones milagrosas, «infalibles», atractivas y populistas y cada día hay más gente desesperada que les compran el mensaje. Y esto es aplicable a casi todo, desde la empresa a la política pasando por la salud o la seducción. Supongo que igual que ocurre con otros timos, cuando te das cuenta del engaño prefieres callarte.

La buena noticia es que siempre se pueden hacer bien las cosas y se puede tener éxito si combinas adecuadamente los elementos de los que dispones, aunque casi nunca es en unas semanas. Pero para conseguirlo lo que necesitas es una estrategia, una combinación de acciones planificadas sistemáticamente en el tiempo que se llevan a cabo para lograr un determinado fin o misión (Wikipedia). Y cada cual debe diseñar la suya propia.

Por esa razón existen profesionales que se encargan de asesorar a las empresas y a otros profesionales a mover las palancas adecuadas para conseguir el objetivo que desean, teniendo en cuenta las circunstancias que les rodean, los recursos de los que disponen y las carencias que deben cubrir. Y si a todo esto se suma la motivación y la acción del cliente entonces es muy probable que se consiga lo que se desea. Pero ojo, se trata de aumentar las opciones, las posibilidades de que las cosas ocurran. Cuando se trata de personas es absurdo garantizar nada.

Por todo esto me entusiasma la Gestión de Proyectos, por eso llevo años diseñando modelos y métodos sobre los que diseñar planes estratégicos de Marca Personal que aumenten tu valor y con ello las posibilidades de que consigas el reconocimiento que deseas.

Ayer hablaba con Arancha Ruiz, Jordi Collell y Guillem Recolons sobre lo fácil que hubiese sido vender recetas milagrosas o los secretos del éxito del Branding Personal prometiendo cosas que nadie puede garantizar. Pero por pura honestidad intelectual ni se nos ha pasado por la cabeza en todos estos años. Nuestra misión es asesorar a profesionales a gestionar su profesión como una empresa y su trabajo como un producto con Marca Personal y para eso no hay atajos.

La mala noticia es que no hay una clave universal. La buena noticia es que no hay una clave universal y que el que tengas éxito o no va a depender únicamente del modo en que manejes las palancas que tienes a tu alcance.





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