Cuando la Marca Personal se vuelve demasiado personal

PersonalidadLos que ya hace tiempo que superamos la cuarentena recordamos la polémica de muchos de los anuncios de Benetton creados por Oliviero Toscani. Aunque hoy muchas de las imágenes nos parecerían hasta ingenuas, en los años noventa provocaron bastante revuelo. En las últimas semanas, al ver algunas de las cosas que se publican en dospuntocerolandia he recordado en varias ocasiones la publicidad con la foto del enfermo de SIDA y su familia.

Creo que una de las mejores cosas que nos proporciona Internet es la posibilidad de abrirnos, de mostrar cosas que antes quedaban ocultas y de permitirnos transmitir ideas y opiniones valiosas que pasarían desapercibidas. Pero también ha abierto la puerta a cuestiones irrelevantes, a muchas chorradas, a informaciones equivocadas y/o peligrosas y a divulgar situaciones personales que, en mi opinión, deberían permanecer en el ámbito privado.

Veo cada día con más frecuencia, especialmente en Redes Sociales aparentemente «amigables» como Facebook, que mucha gente, incluidas algunas personas a las que aprecio (ojo, quizás yo también he podido caer en esto), se han vuelto entre descuidadas y exhibicionistas de sus situaciones y sus problemas más íntimos y privados. En mi opinión, siempre en mi opinión, dan demasiados datos, demasiada información, incluso muestran imágenes de aspectos que no sé si por educación, por buen gusto, por sentido común o por respeto a quienes les rodean, quizás deberían permanecer dentro de su círculo más cercano.

A veces bromeamos con esa afición de la gente más mayor a contar sus problemas, achaques y enfermedades o las de sus familiares o conocidos. Sin embargo, con la llegada de las Redes Sociales, todos nos hemos convertido un poco en esos jubilados y pensionistas en la sala de espera del médico. La diferencia es que lo que comentan nuestros mayores no suele ir más allá de un puñado de personas y lo que colgamos en La Red lo ve mucha gente, gente que no sabemos lo que puede hacer con ella y además queda guardado y sin nuestro control.

Si estás pensando en que cada cual puede utilizar Internet como le apetezca porque es un medio libre, no te lo discutiré. Pero desde mi negociado, tengo que dar mi opinión.

¿Significa eso que sólo hay que utilizar lo dospuntocero para hablar de asuntos profesionales de un modo frío y objetivo? De ninguna manera. Pero creo que es importante recordar la diferencia entre las 3Ps de lo Profesional, lo Personal y lo Privado.

Medios como este blog, nos dan la posibilidad de aportar valor tratando temas profesionales pero dando una valoración personal al respecto. Es una forma maravillosa de unir información con opinión. Puede haber mucha gente especializada en un asunto concreto pero cada cual tendrá un punto de vista distinto basado en sus experiencias, conocimientos, creencias o valores. De este modo podemos diferenciarnos de otros profesionales. Es decir, podemos enseñar algo de nosotros mismos pero dentro de unos límites profesionales. Podemos transmitir nuestra identidad única sin salirnos de nuestro campo.


Creo que no sólo es aceptable sino también recomendable demostrar que somos humanos hablando de temas que se salen de lo profesional. Puedes comentar una película que te ha gustado, puedes dar tu opinión razonada sobre cosas que suceden o puedes utilizar el humor para conectar con quienes te siguen. Pero para mí eso entra dentro de la P de Personal.

Sin embargo, el siguiente escalón, el de lo Privado, es muy arriesgado. En este mundo buenista de lo dospuntocero nos hemos acostumbrado a ver únicamente comentarios positivos, mucho #muyfan, mucho «eres un crack» y mucho «Gracias por compartir!!!» pero creo que muy pocas veces he visto a alguien que, con la mejor intención, dijese que quizás hay cosas que es mejor guardarse para uno mismo. Al ver algunas cosas de las que se publican pienso en todos los que no dicen ni mu pero ya están tomando nota y etiquetando a esa persona.

Se habla mucho de los peligros de subir fotos de juergas a Redes Sociales, pero me parece mucho más arriesgado mostrar aspectos más íntimos porque son mucho más interpretables y te van a juzgar no por lo que muestras sino por lo que deduce quién lo ve.

Quizás estés pensando que todo lo que nos sucede forma parte de la vida y no hay que ocultarlo. Estoy de acuerdo en lo primero, pero no creo que lo segundo sea obligatorio. Una cosa es ser auténtico y otra ser transparente. Hoy tenemos no sólo la posibilidad sino también la necesidad de escoger aquello que mejor nos representa y dejar en un segundo plano aquello que es irrelevante. Eso no es engañar, eso es sacar lo mejor de nosotros mismos.

¿Has visto alguna vez las alcantarillas o los contenedores de basura de la sede de Google o Apple? Yo tampoco y seguro que existen. Pues con las personas ocurre lo mismo. Incluso en las relaciones familiares, hay momentos y situaciones que sólo nos pertenecen a nosotros. Tenemos la posibilidad de atraer una atención cada día más escasa. La decisión sobre lo que quieres mostrar en esa ventana de atención es únicamente tuya.

NOTA: El 1 de Octubre a las 18:30 en ESDEN (Ponzano 87, Madrid) se presenta el ‪‎Master BrandOffOn‬ en el que participo. Aquí tienes la información por si te quieres pasar.





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