Eterna jornada de puertas abiertas

VentaLa pasada semana, María Luisa Moreno (@ZumoDeEmpleo) hablaba en uno de esos posts directos que suele escribir sobre algunas de las cosas que no se suelen explicar en este mundo de buen rollito de dospuntocerolandia. Explicaba algunas de las situaciones que había vivido recientemente en su proyecto profesional. Pero había algunas cosas con las que me sentía especialmente identificado.

Me han insultado, escupido (digitalmente) y denigrado mi trabajo.

Cuenta que con frecuencia recibe comentarios del tipo

Qué poca vergüenza tienes, aprovecharte de la gente desempleada

Qué morro tienes. Deberías cobrar 100€ máximo y GARANTIZAR a la gente que les vas a conseguir un trabajo si de verdad quieres ayudar

“estoy hasta los *** de charlatanes y vendehumos que se aprovechan de la debilidad de la gente”

Y aunque en mi caso no he recibido mensajes tan directos y tan duros, quizás porque hasta ahora me he dedicado a la formación y todavía no he creado productos, lo cierto es que me siento muy identificado con lo que dice. Lo triste de todo esto es que aquí se le llena la boca a mucha gente sobre lo importante de emprender, de autoemplearse, de hacer algo útil (y cobrarlo) pero, en cuanto sacas los pies del tiesto, siempre hay cantamañanas que se empeñan en joderte la ilusión. Como dice María Luisa más adelante en ese fantástico post:

Porque en realidad, la gente no quiere ver la sangre, no quiere saber exactamente lo que supone conseguir lo que quieres. Y mucho menos, hacerlo.


Lo que voy a decir a partir de ahora no creo que guste a los fanáticos de la dospuntocerocosa pero después de once años dando guerra por aquí, creo que debo decirlo.

Mucha gente no se da cuenta que una gran parte de los que llevamos años contando lo que hacemos, tratando de crear cosas nuevas y de ofrecer algo interesante y valioso, trabajamos solos, de forma independiente y, lógicamente, sin la infraestructura de una empresa, incluso de la más pequeña. Esto no lo digo como algo negativo porque, al menos a mi, me permite tener una libertad y capacidad de maniobra casi total. Pero por otra parte, creo que ya va siendo hora de que se entienda que esa gestión de medios muy ajustados implica que debes estar centrado en lo importante.

¿Por qué digo esto? Pues porque para mi y para muchos más, esto de estar en el mundo virtual es un canal para hacer visible nuestro trabajo. Es cierto que permite mantener un contacto más cercano con quienes están interesados en tu materia pero eso no lo convierte en un restaurante japonés en el que todo lo que «cocinas» es a la vista del público. El hecho de ser accesible no implica que estés disponible. Que tener un blog no implica que vayas a estar asesorando privada y desinteresadamente a cualquiera que tenga una consulta sobre lo que cuentas.

Las grandes empresas organizan un día o una semana de puertas abiertas para enseñar a los visitantes lo que hacen. Sin embargo, para algunos, cuando alguien está en La Red es como si se viese obligado a mantener abiertas sus puertas eterna e indefinidamente.

Creo que a todos los que utilizamos los canales de Internet nos encantaría responder las dudas, peticiones y consultas de cualquiera que tenga interés. El problema es que cuando quién tiene que hacerlo es el mismo que crea, vende, gestiona, negocia, edita, produce, viaja, administra,… la cosa se pone muy complicada.

Y si eso no fuera suficiente, luego hay que leer comentarios como los que cuenta María Luisa. Gente que no entiende nada de lo que haces porque no se ha tomado el menor interés en informarse. Gente que te critica por ofrecer algo en lo que crees y en lo que sólo tu sabes lo que te ha costado construir. Pero si encima pretendes cobrar por aquello que haces bien, entonces prepárate porque te va a caer la del pulpo… con más crudeza por parte de aquellos que jamás se han planteado gastarse un euro en tu trabajo y que son incapaces de entender lo que implica seguir adelante cada día.

Seguramente no se te ha ocurrido nunca ir a una tienda y pedirle al dueño o a quien te atiende que te regale lo que vende porque hace tiempo que sabes que existe y te gusta mucho lo que ofrece. Entonces ¿por qué tanta gente espera que alguien por tener un blog o dar a conocer lo que hace en Internet va a regalar su trabajo al primer desconocido que se lo solicita?

Hay muchas listas y decálogos sobre etiqueta en la red (netetiqueta) pero creo que jamás he visto en ninguna de ellas que se haga referencia a estos asuntos. Creo que se confunde eso de colaborar, compartir, cooperar, conversar y todas esas cuestiones que empiezan por co- (de co-brar se habla poco) con ir regalando tu esfuerzo al primero que se cruza por tu sitio virtual. Creo que si queremos que esto se mantenga es importante respetar el tiempo y el esfuerzo de quienes están aportando algo.





Compartir esta publicacion