La trazabilidad de tu Marca Personal

ProductoEntre las muchas cosas que aprendí en el pasado Personal Branding Lab Day, hubo una idea de Enric Jove (de las muchas geniales que nos transmitió) que me gustó mucho. Enric nos dijo que las redes sociales están consiguiendo que las personas tengamos trazabilidad, como los productos.

Vale, como estoy convencido de que ahora se van a poner nerviosos quienes siguen pensando que la Marca Personal nos convierte en producto, diré que esto de la trazabilidad sólo es una metáfora pero que puede ser muy interesante como espero que entiendas.

Durante casi toda mi vida profesional previa a la actual, he trabajado en logística, compras y producción. En todos esos campos es imprescindible llevar un control de los procesos y de las materias primas desde que las adquieres hasta que se consumen. De este modo, podemos generar confianza y también podemos saber lo que ha ocurrido si algo sale mal.


Pues bien, como dice Jove, desde que empezamos a subir nuestros contenidos a los blogs o a las Redes Sociales vamos dejando un rastro. Esa información, esas huellas que van quedando en dospuntocerolandia son los ingredientes con los que los Google, Facebook, Twitter y otros, se hacen de oro. Pero por otra parte, son como los cronistas de nuestra vida y eso puede ser útil.

¿Eso es bueno o es malo? Pues depende de lo que haya sido tu vida. La verdad es que yo nunca he temido ni me ha preocupado que nadie viese lo que hago desde el punto de vista profesional. Así que, poder tener un modo de revisar lo que has hecho desde hace años, me parece una herramienta estupenda.

Si te pones a revisar mis artículos desde el 2004, encontrarás meteduras de pata imperdonables, opiniones más que discutibles o críticas injustas. Pero también verás una evolución, una forma de entender mi trabajo o simplemente un registro bastante fiel de lo que pienso, creo y hago.


Creo que esa «trazabilidad» es algo bueno porque te ayuda a transmitir mejor quién eres, como has cambiado, que has hecho y además lo hace de una manera infinitamente más completa que un currículo o una entrevista de trabajo.

A veces me preguntan si es conveniente borrar los contenidos cuando ha pasado algún tiempo y lo que dices no encaja con tu situación actual o simplemente consideras que son poco valiosos o incluso equivocados. Mi respuesta es que, salvo que sea algo demasiado grave o peligroso, creo que merece la pena mantenerlos porque sirven para explicar como has llegado a tu situación actual. Es la mejor forma de demostrar que puedes cambiar y mejorar.

Los contenidos que vas generando son como las cicatrices o las arrugas, también son marcas que forman parte de tu historia y te hacen ser lo que eres.

Cuando me especialicé en Química Agrícola, tuvimos una asignatura llamada edafología en la que aprendíamos a «leer» el suelo. Descubrimos que cada suelo tiene una historia y unas cualidades diferentes que se pueden ver si hacemos un corte, igual que con los anillos de los árboles.

Pues bien, lo que compartimos en La Red, especialmente en un medio más o menos duradero como el blog, va formando esas capas que transmiten lo que eres y te hacen crecer.

Me dice WordPress que este es mi post 1.618, así que este blog lleva camino de convertirse en una Sequoia. De todas esas publicaciones, habrá unas cuantas que nunca deberían haber sido publicadas, una inmensa mayoría que pasarán sin pena ni gloria y también habrá un puñado que podrán ser calificadas como excelentes. Pero todas ellas me definen y transmiten lo que soy.

Intento que cada post sirva para algo, pero también expresan mi estado de ánimo. La gente que me sigue desde hace tiempo suele darse cuenta de si estoy contento, preocupado, inquieto o ansioso porque lo que comunicamos dice mucho más de lo que transmiten unas palabras. Pero eso sólo es posible si tienes una visión global. Por eso es necesario para una Marca Personal mantener una continuidad en la comunicación.

Lo interesante no es publicar una foto en Instagram, escribir un Tuit o dar una charla en un auditorio, sino la imagen global, la trazabilidad. Si transmites tus ideas, valor, valores y creencias de forma ordenada, constante, auténtica y coherente por diferentes canales que puedan ser documentados, va a ser mucho más fácil justificar que mereces algo que deseas o defenderte en caso de que alguien pretenda presentarte como algo que no eres.





Compartir esta publicacion